El ser humano tiene el don y la facultad de expresar sus emociones y sentimientos en el tiempo y espacio que dure su vida. Tanto en la intimidad como en la vida pública el hombre, como reacción innata, gesticula su rostro y su cuerpo según las circunstancias del momento y las emociones que lo invadan.
Este acto se ejerce a la velocidad de un rayo, el individuo no tiene tiempo de pensar, su rostro se transfigura al momento mismo de la acción, poniéndose el maquillaje, máscara o careta que conviene.
Este fenómeno toma diferentes nombres según la ciencia que lo estudie. Así la sociología la llamará “cambio de humor” la sicología “ cambio de personalidad”, la siquiatría “bipolaridad” la medicina dirá es “cambio hormonal”… y así encontraremos muchas definiciones. Pero es a través del circo de la vida en sus múltiples facetas que, se pueden definir y demostrar mejor estos estados.
Si leemos la historia, veremos que muchos siglos antes de Jesucristo ya existía el circo y el teatro…unos con sus bufones y otros con sus actores disfrazados. Existían las sectas religiosas y ciertas culturas que ejecutaban danzas y rituales donde los fieles portaban caretas y máscaras, según el rol que interpretaban.
Las máscaras como objeto, en el ámbito festivo, religioso o de la comedia, se han utilizado y se utilizan para esconder el verdadero rostro de la persona, las utilizan quienes desean pasar de incógnito, por temor a la crítica, a la represalia, al castigo.
Nosotros, los humanos en general, humanos que tomamos la vida tal como nos viene y que damos rienda suelta a nuestra memoria ancestral para que nos dictaminen las reglas del juego…nosotros obramos por hábito, costumbre y cambiamos de rictus en el rostro continuamente y es lo que se llama "expresión del rostro".
La biología o mejor dicho la medicina nos proporciona una serie de información, como la que, nuestro rol en la vida es de: nacer, crecer, reproducirse y morir. Esto ya viene por genética, por nuestros ADN y porque estamos mentalizados para perpetuarlo.
Científicamente hablando, para los genes, los humanos somos máquinas al servicio de la reproducción. Somos fieles servidores de los genes. Somos la matriz (matrix) que hace copias y copias (hijos), perpetuando la especie en cada una de nuestras reproducciones. Unas salen mejores, otras salen con fallas, otras son casi perfectas. Pues todo depende de la fuerza y perfección de los originales.
La medicina y la religión nos dice que el cuerpo o materia no es sino un vehículo que al momento de morir se deshace y regresa al polvo de donde vino. Entonces este ropaje exterior bien podría llamarse, ropaje, disfraz y hablando específicamente del rostro lo llamaríamos máscara, careta … etc.
"Ora ríe, ora llora mi cara usada de caretas…" (Oh,Kempis!)
En ciertas culturas el acto de la muerte es celebrado con rituales alegres como cantos, bailes, risa y los parientes del muerto están felices por este acontecimiento. En otras culturas como las nuestras es lo contrario, la muerte es una tragedia, es dolor y llanto.
Hay miles de ejemplos que podría poner, pero solo les invito a ser introspectivos con ustedes mismos y estar conscientes de que cada vez que nos acontece un evento positivo o negativo, nuestra cara, careta o máscara, cambia de expresión. Estas son máscaras que asoman a la cara naturalmente.
En el poemario Oh, Kempis! de mi autoría, doy rienda suelta a mis emociones y a piel desnuda dejo entrever mi vida, dejo florecer mi piel en miles de máscaras, dejo al descubierto el efluvio de olores que se derrama de la vida y la entrego al lector con amor.
Ya llegaron los payasos con sus caretas rientes
El circo sigue girando
con sus jirones humanos...
Yo traigo del circo mis temores
y también vendo ilusiones en el circo.
Dejo constancia que al hablar de máscaras, no hablo de hipocresía. Hablo del estado natural con que se viste y se desviste el rostro, dependiendo de la edad, de la sociedad, de las emociones. Este estado de deterioro del rostro es innato y progresivo cuando hablamos de envejecimiento. Salvo el caso de las cirugías estéticas y en este caso el rostro toma otros trazos, rejuveneciéndose la máscara.
El autor de la carátula del libro es Paulo Renato Rodrigues, médico, artista plástico y poeta brasileño y al respecto de las máscaras dice:
Dejo constancia que al hablar de máscaras, no hablo de hipocresía. Hablo del estado natural con que se viste y se desviste el rostro, dependiendo de la edad, de la sociedad, de las emociones. Este estado de deterioro del rostro es innato y progresivo cuando hablamos de envejecimiento. Salvo el caso de las cirugías estéticas y en este caso el rostro toma otros trazos, rejuveneciéndose la máscara.
El autor de la carátula del libro es Paulo Renato Rodrigues, médico, artista plástico y poeta brasileño y al respecto de las máscaras dice:
"Quien usa una máscara comunica doble intención, la de ser desconocido y la de ser desvendado. Y porque se la ha elegido entre mil, se oculta para decir quien es.
Sí, las máscaras tienen una magia inigualable. Hablan de un juego de ocultación y revelación que por esa misma calidad son símbolos precisos y preciosos de la seducción y la aventura del amor.
Me fascinan las máscaras, me encantan las paradojas. Este es el estado que se apodera de mi cuando trabajo con ellas en mis imágenes artísticas."
Claudio Souza Pinto, pintor, poeta y humorista, de reconocida valía a nivel internacional nos dice: "pinto la ropa de las personas, puesto que nuestra sociedad estima solamente las decencias. Solamente así las personas esconden los sentimientos."
Otra reflexión del pintor de las máscaras: "No somos lo que realmente queremos, somos lo que la sociedad nos impone en el teatro de la vida. Dejo pasar las situaciones cotidianas a través del filtro superrealista y creo los cuadros fantásticos."
Autora: Cecilia Zevallos Petroni
Claudio Souza Pinto, pintor, poeta y humorista, de reconocida valía a nivel internacional nos dice: "pinto la ropa de las personas, puesto que nuestra sociedad estima solamente las decencias. Solamente así las personas esconden los sentimientos."
Otra reflexión del pintor de las máscaras: "No somos lo que realmente queremos, somos lo que la sociedad nos impone en el teatro de la vida. Dejo pasar las situaciones cotidianas a través del filtro superrealista y creo los cuadros fantásticos."
Autora: Cecilia Zevallos Petroni
Belo post...Espectacular....
ResponderEliminarCumprimentos
Ceciely, muy interesante tu disertación acerca de las máscaras que por cierto, los griegos en el teatro usaban máscaras (para que la voz se expandiera más y las sostenían de un palito sobre su cara, se les llamaba "personare" de ahí personaje-persona. Y sí el emblema del teatro son dos máscaras que representan la tragedia y la comedia. Un placer tu texto. Gracias y espero visitarte más seguido, mi hija se va el domingo a un curso a la universidad Complutense de Madrid, así que mi corazón esta bien representado con las máscaras de la sonrisa y la tristeza. Saludo hasta Canadá con afecto.
ResponderEliminarHola que tal..
ResponderEliminardespués de unos meses obcecados
vuelvo a tomar las riendas de mi Caja De Zapatos..
he vuelto con una nueva nota llamada “ Secándonos”
te invito a que sigas leyendo..
un abrazo fuerte!!!
¡Enhorabuena! Ha sido, para mí, una auténtica y agradable sorpresa conocer tu blog y tu escritura, inteligentes ambos, completos de sabiduría y áurea madurez. Tu seguro amigo de letras,
ResponderEliminarManuel Mª Torres Rojas
Muchas gracias por tu huella en lo de Beatriz
ResponderEliminarpara con mi trabajo poético
desde Chile un abrazo grande
las màscaras son parte inherente a la existecia humana
sin ellas muchas artes no existirían
son expresión viva de sensaciones y anima trasmutada
pd... el maquillaje es una forma de incorporar la màscara
en lo cotidiano
es màs
màscara facial
màscara de pestañas
màscaras exfoliantes etc etc etc
eso;)
Muy muy buena entrada!!
ResponderEliminarsaludos desde isla de luz.)
Muy buen articulo!
ResponderEliminarVengo de visita y al final me quedo... Un placer leer tu blog, con estilo pulcro y bien cuidado y lleno de conocimientos. En cuanto a mi voz, gracias por tus palabras, y cuenta con ese poema recitado cuando quieras!
ResponderEliminar¡Un saludo!
Un gusto tu visita a mi casa Ceciely. Una felicitación por el día de la mujer, aunque sea un poquito tarde. Había un poema a las mujeres en mi blog pero ya lo quité. Un abrazo cálido hasta la bella tierra donde vives.
ResponderEliminarQué hermoso y fascinante artículo. e encantan las máscaras y ha sido una delicia leerte.
ResponderEliminarMi cariño siempre. Besos.
Interesante y entretenido relato, nos ponemos una máscara, casi siempre, para relacionarnos en público, la usamos tanto que empezamos a asumir el rol sin darnos cuenta, felicitaciones Ceciely
ResponderEliminarsaludos
Un relato muy interesante.
ResponderEliminarGracias por tus generosas palabras en mi lugar.
Me quedo cerca.
Un abrazo.
Será que somos muchas máscaras y una a la vez? Me dejaste pensando.
ResponderEliminarSaludos
David
Encantada de conocerte.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho todo tu relato, muy bien escrito y presentado. Felicidades!
un abrazo
maite
Ceciely, gracias por visitar mi blog. He considerado una cortesía saber quien me dejaba tan hermosa reflexión, en mi “jaula de las mariposas..•. Desde luego todo un honor para mí recibirlas de ti.
ResponderEliminarFelicitarte por tu magnifico blog. Un espacio donde la palabra escrita recupera el trono que le corresponde. En el texto sobre las máscaras, podemos comprobar las luces y las sombras del ser humano. Esas caretas que en ocasiones nos envuelven y sin embargo en otras nos desplaza al exilio de la decepción.
Gracias por brindarme la oportunidad de leerte y aprender.
Un abrazo y hasta pronto.
Esther Mendoza.
Ultimamente he estado leyendo sobre el carnaval en el mundo y en la historia de la humanidad, y las máscaras son parte de esto.
ResponderEliminarGracias por tu texto. Bienvenida a mi blog.
Te felicito por esta magnífica entrada, con un estupendo y didáctico texto, y adornado con un buen documento fotográfico.
ResponderEliminarUn abrazo.
El año pasado tube la oportunidad y suerte de conocer Florencia, y la verdad es que en la mayoría de las tiendas se vendían mascaras, y la verdad es que bien bonitas. Esta entrada me lo ha hecho recordar.
ResponderEliminarUn saludo
Magnífica esta entrada, y todo tu blog. Un lujazo.
ResponderEliminarY gracias por tu amable comentario. Un beso.
NO TE OLVIDO....SI, TU sí sigue, yo apenas acierto a leer una página
ResponderEliminary me lío...Siempre unidos, pide por mí, para que al menos ame a todo el mundo, como
a tí, con toda el alma...Un beso.
……..*..lovel…*
ResponderEliminar…..*..lovelovelo…*
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.........★MaRiBeL★
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(¯`’★♫♪•♥ ƑƎĻȉŻ ƊȉÅ DƎĻ ÅmȉGo!!! ♥ •♫♪★’´¯)★MaRiBeL★
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Excelente publicación amiga!! Algo de eso compartí en mi blog =) Te dejo un abrazo grande!
ResponderEliminarGracias Carolina...nunca nos cansaremos de reflexionar en este tema...gracias por venir.
ResponderEliminarabrazos
Lloras inmensamente, ríes a carcajadas...
ResponderEliminarA eso le llamo, fibras emocionales y todos las tenemos en diferentes grados...un placer tenerte como lector, gracias Manuel M.
ResponderEliminarabrazos